Nuestro primer contacto con la restauración de pintura sobre tabla vino de la mano de D. Leocadio Melchor, quien ya desde el primer día asignó una tabla para cada o tres nosotros. Eran cuatro tablas de un total de ocho, todas ellas procedentes del retablo de la Iglesia de la Santísima Trinidad, en Toro, Zamora; fueron pintadas por Lorenzo de Avila en el siglo XVI